GREMIALES   

Nuestros DELEGADOS


INICIOS El primer empleo formal de Ezequiel Nieto fue, y lo sigue siendo, sumarse al plantel de trabajadores de NINI, el centro de compras mayorista ubicado en la calle 520 al 2800, en Gonnet, La Plata. Allí entró a desempeñarse como repositor a los 18 años. Hoy, con 38 y en el puesto de cajero, recuerda cómo llegó y vivió el crecimiento de  la empresa: “Ingresé por dejar un curriculum. Es actualmente la gran empleadora de la zona. Cuando arranqué había 160 personas trabajando. Hoy superamos los mil compañeros. Otros 6 mil trabajadores pasaron por acá”.

 

EMPRESA NINI se divide en tres sectores (caja, depósito, revisión) y funciona laboralmente las 24 horas gracias al turno noche, inaugurado hace siete años. En cuanto a la mercadería, en una jornada 120 camiones pueden cargar hasta 450 bultos. Los productos se almacenan en 7 niveles de depósito, cuando originalmente eran 3. “Se fue haciendo cada vez más más alto para cargar mayores pallets. El de la futura sucursal de Moreno será automatizado: 25 niveles, con dos subsuelos”, destaca.

 

“Me interesó ser delegado porque vi injusticias. Desde un maltrato verbal de un encargado hasta cierto deterioro en infraestructura”

 

ESTRUCTURA Empujada por un auge de contrataciones -principalmente entre 2004 y 2012-, la comercialización en NINI fue modificándose. Uno de los principales cambios para Nieto estuvo en la venta por unidad a precio mayorista, no solo a bulto cerrado. 

 

AFILIADOS En el caso de los trabajadores de comercio, casi el 70 por ciento está afiliado al SEC La Plata. “Según la situación económica, los momentos del país, el número de afiliaciones sube o baja. Tenemos muchos beneficios y muy buenos. Por ello algunos compañeros se vuelven a afiliar cuando se dan cuenta. La farmacia y el turismo son dos beneficios muy valorados”, subraya el delegado.

 

CONQUISTAS En toda historia, el tiempo no pasa sin conseguir triunfos mediante. Nieto lo sabe: “Al principio trabajábamos con una pechera. Entonces empezamos a exigir la indumentaria correspondiente”. Las demandas fueron de ropa (chombas y borcegos) hasta elementos de seguridad (fajas, cascos). “Y lo que se gana se mantiene. No teníamos dónde almorzar. Había que caminar por el estacionamiento, hasta una mesita y techo de chapa, un dispenser. Hoy tenemos comedor para 180 personas con  precios muy accesibles, aire acondicionado, espacio para té y café”, admite con orgullo. Aunque no desestima ir por las viandas pagas. “Es una pulseada, ojalá lo consigamos”.

 

La representación gremial en NINI está conformada por Ezequiel Nieto y Walter Encina, Leandro Grassi, Pablo Laguzzi y Santiago Requena.

 

RECLAMOS “Todo fue una lucha”, remarca Nieto a la hora de explicar cómo se obtiene cada logro. Entre ellos, el bono navideño o la erradicación del trabajo tercerizado. “Cuando avanzás, quedás firme. Hasta hemos tenido audiencias en el Ministerio de Trabajo un 31 de diciembre. Íbamos mucho. Hoy los compañeros están esperanzados con un aumento nuevo, las paritarias y mejorar la capacidad de compra con su salario”, completa. A su vez, en NINI los empleados cobran un adicional por encima de la media gracias a un acuerdo con la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), que data de 2011.

RESPETO En tanto la empresa es familiar, tal característica implica un plus según el delegado. “Eso es positivo en ciertas cosas. La burocracia de otras empresas no existe acá, tenemos un trato directo”, menciona, como, por ejemplo, en situaciones familiares, adelantos de sueldo o de vacaciones, o el pedido de licencias sin goce de sueldo. “Los dueños te conocen de toda la vida. Hay una relación de respeto que se construyó con el tiempo y reconocen que el sindicato es justo”, adhiere.

COVID-19 “Fue un proceso tedioso implementar protocolos ante una pandemia inédita. Por otro lado, fue muy interesante, un gran reto personal y colectivo. No tengo dudas que, como delegado y el SEC La Plata, estuvimos a la altura de las circunstancias”, reflexiona Nieto. “Tuvimos casi un 20 por ciento del personal afectado. Fue también un gran reto para la empresa. Se tomó personal nuevo, muchos siguen de licencia en el hogar. No debemos bajar los brazos hasta que estemos todos vacunados. En mi caso tuve suerte hasta ahora, aunque no canto victoria”.

 

“El gran problema actual es que, a esta altura, muchos ya se cansaron de los cuidados y bajaron la guardia. El relajamiento es lo que ocasionó segundos contagios”